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  • Foto del escritorAyi Turzi

Grimorio cordobés



De Octavio Revol, director de Animal Moribus, y con producción de Melisa Giordano, Agostina Podio, Marina G. Robledo y Gaston Revol Molina se viene en breve Grimorio, una peli cordobesa realizada de modo independiente que mezcla rituales, viejas tribus aborígenes y aventuras.


Lucas (Hernan Saux) es un periodista que zozobra en la falta de ideas e inspiración. Hasta que una pequeña pista lo conduce a un pueblo alejado: un hombre llamado Miguel Meiker (Renzo Fabiani), otrora fotógrafo, podría llegar a tener información sobre los restos de los Patagones, antiguos habitantes del sur de la Argentina, de alrededor de cuatro metros de alto.


Muchas cuestiones se entrecruzan y se ponen de manifiesto en Grimorio. Lucas, por ejemplo, es el típico personaje falto de motivación a quien un estímulo externo lo hace salir disparado en busca de aventuras. El recorrido que empieza siendo profesional deriva rápidamente en una búsqueda personal, donde descubre más cosas de él mismo y debe tomar decisiones que cambiarán su vida para siempre. El factor de que sienta que su vida privada se encuentre momentáneamente en pausa tiene gran peso a la hora de elegir qué rumbo tomar y este contexto, el de tener un protagonista en una situación clara y definida, hace que sea sencillo empatizar con él y estar atento al éxito de su empresa, sintiendo como propios los tropiezos que eventualmente tiene.


Si bien quizás en algún momento, casi llegando al final, el ritmo se ameseta un poco porque se detiene en una conversación intimista entre el protagonista y Alejandra (Florencia Decall), su ocasional compañera, escena que cambia el tono en que se venía contando la historia, Grimorio logra convertirse en una película entretenida e interesante, que viene a traer un poco de aire fresco a las producciones fantásticas locales, basándose fuertemente en mostrar otras cuestiones de nuestro país. Sabe desplegar un abanico de personajes novedosos, que incluyen gitanos, los mencionados patagones y quienes integran esta especie de secta o culto que la aleja de todas esas cosas que ya vimos, dotándola de una fuerte identidad propia, con el plus de la coherencia que maneja a la hora de entrelazar estos elementos tan disímiles.


Hay algo de Animal Moribus presente en Grimorio, cierta estética de la cual también es parte fundamental Hora French: esa preferencia por la materialidad ya sea en las realizaciones o en los efectos. Hay mucho trabajo de ambientación y de utilería que dan cuenta que con ingenio y sobre todo tiempo los espacios conocidos se pueden transformar en catacumbas o las locaciones que las películas requieran pero sin subestimar nunca al espectador. Se establece así un pacto donde quien mira la película tiene que ceder muy poco a la hora de creer que lo que está viendo es realista: se hace una propuesta que no se pretende hiperrealista pero que tampoco fuerza la suspensión de la incredulidad para entrar en juego. Y esto en una película fantástica es fundamental: en donde viste los hilos que mueven la marioneta, descubriste el truco y ya nada te importa. Por suerte esto en Grimorio nunca sucede y la gente de Cabustra Arts nos da otra muestra de un muy buen cine fantástico cordobés.


La película recién está entrando en etapa de distribución a festivales. Seguramente en breve tendremos más novedades sobre dónde y cómo verla: les recomiendo que sintonicen el Instagram de @cabustra, su casa productora, o el de @tanudistribucion,quienes tienen este y otros títulos muy copados en su catálogo.

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