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  • Foto del escritorAyi Turzi

MDQFEST: Lava


Lo nuevo de Ayar B logra amalgamar una serie de elementos absolutamente dispares, logrando un resultado desopilante. Debora es una joven tatuadora que no logra despegarse de un amante tóxico y perjudicial. Tatúa un extraño símbolo en la nuca de un cliente, símbolo que descubre más tarde en la tapa de un fanzine. Su amiga y el novio le presentan a un amigo por tercera vez, omitiendo que no quiere saber nada, en plan de ver el último episodio de GOT. Pero las pantallas se ven interrumpidas por una extraña transmisión, y el mundo como lo conocían hasta ese momento entra en un enorme colapso, colapso que pueden ayudar a revertir. “Menos es más” dijo alguien alguna vez, y (siempre y cuando no se trate de comida), la frase es una gran verdad. La animación es del mismo estilo de Chimiboga, económica y en 2D, pero nadie dudaría de su frescura y su dinamismo. Y es la forma más apropiada para contar una historia llena de absurdo y delirio. Sin spoilear sobre la trama porque lo mejor es sorprenderse segundo a segundo, los personajes tratan primero de huir de la invasión, y luego van descubriendo pistas para intentar destruirla desde adentro. En esta peripecia aparecen y desaparecen, por supuesto que sin ningún tipo de lógica, una serie de personajes de lo más entrañables (la china ♥). Además del humor aplicado al desarrollo de la trama, hay todo un registro cómico puesto en función de la autoconciencia de la animación, no sólo en los diálogos sino tambien a través de ciertos recursos gráficos que a mi en particular fue lo que más me divirtió: un dibujito sabiendo que es un dibujito no puede fallar. Y como si esto fuera poco, Lava abre el juego y se permite hablar de las presiones sociales, los estereotipos, los medios de comunicación y los mecanismos de control. Todo eso en menos de una hora y media de duración. Una bomba.

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