Leni es una chica joven, que acaba de terminar con una relación traumática. Pero no debe cargar sólo con este duelo: la separación abrió en su cabeza las puertas de recuerdos de una infancia llena de maltratos, que se suman a una serie de pesadillas que conllevan una incógnita sobre su materialidad ¿Son esos monstruos reales? ¿O en efecto son solo proyecciones de la mente de Leni en los pocos momentos en los que puede conciliar el sueño? ¿O acaso la insistencia de su entorno para que haga terapia tiene fundamentos y se está volviendo loca? En la tensión entre estas tres preguntas es dónde se encuentra anclado el terror.
La primera película de Federico Gianotti nos abre la puerta a una historia personal anclada en el conocimiento propio. No por nada Leni, interpretada con mucha magia por Ailín Zaninovich, se niega a ser llamada Elena, que es como ha sido bautizada. Hay algo ahí, en su propia identidad, en su pasado, que la asusta, la repele. Algo que preferiría olvidar, del mismo modo que prefiere medicarse y dormir antes que afrontar su situación. La propuesta aprovecha todos los elementos a su alcance para transmitir estos sentimientos tan complejos: la mezcla entre el deseo de saber, las ganas de salir adelante y el temor que puede generar la verdad está latente todo el tiempo.
Se siente que la producción se reconoce a sí misma como pequeña todo el tiempo, y se agradece que sea consciente de esas limitaciones y no caiga en errores por pensarse demasiado pretenciosa. Muestra lo que tiene que mostrar, jugando más con el montaje y las superposiciones que con puestas grandilocuentes, y llega a muy buen puerto.
Quizás por momentos se siente que la trama no avanza, que se empantana un poco, que las acciones de Leni no se desenvuelven en ninguna dirección concreta pero…¿acaso no es eso mismo atravesar una crisis personal?
La película estará disponible hasta el 5 de diciembre en el FESAALP y luego en el Festival Buenos Aires Rojo Sangre. Si no llegan a verla, pueden seguirla en sus redes sociales (Instagram @leni.pelicula) para enterarse de futuras proyecciones.