Un tema que está latente en las conversaciones sobre cine argentino es la poca relación que las películas suelen tener con nuestra literatura, sobre todo la fantástica. Si: hay trasposiciones, claro. Pero son las menos. Al 3er día, la nueva película de Daniel de la Vega basada en la novela Tres días, de Gonzalo Ventura, logra hacer justicia en este sentido, gracias a consolidarse como una producción redondita de principio a fin.
Cecilia (Moro Anghileri) tiene un accidente en la ruta junto a su hijo Martín (Octavio Belmonte). Recupera la conciencia tres días después y no encuentra por ningún lado rastros del niño. Este es el puntapié inicial para una historia que incorpora una trama de investigación policial, el tenso vínculo de Cecilia con el padre del niño y el misterio acerca de Enrique, el personaje interpretado por Gerardo Romano y qué relación tiene con la incógnita principal de la trama.
Lo primero que debemos destacar es la construcción del guión: si esa base es sólida sostiene a todo el resto. Sé que es una obviedad decirlo, pero muchas veces el cine cae en desplegar recursos técnicos sobre una base floja y se siente un poco un desperdicio: acá no pasa eso en ningún momento. Los vínculos de los personajes y sus roles estan claros desde el primer momento y nunca cae en diálogos demasiado expositivos: parecen en efecto palabras dichas por los personajes y no escritas por un guionista para que se entienda la trama. Luego, hace una gran dosificación de la información y tiene una gran inteligencia para pegar un volantazo muy radical pero que el gran giro se siga sientiendo correctamente integrado al universo que se plantea desde el primer momento. Hay en este sentido un trabajo muy sutil con los indicios y con los medios que se usan para que la verdad salga a la luz que permite que todos los hechos se sientan orgánicos y con una causalidad natural.
Plantea ademas un recorrido por locaciones que poseen cada una su propia impronta y juega con la iluminación para refozar algunos elementos puntuales, resaltar estados anímicos de los personajes o agregar dramatismo a partir de los contrastes, lo que se potencia en las últimas secuencias, cuando el horror es tangible.
El cast y las actuaciones también estan muy a tono. Hace algunos años, sobre todo en los primeros acercamientos del cine nacional al terror, las actuaciones se seguían sientiendo televisivas, acartonadas. Creo que ya estamos en condiciones de afirmar que esa etapa está superada y que además el género está formando una especie de star system propio, con varias figuras recurrentes que lo entienden cabalmente, con Osmar Nuñez, Lautaro Delgado, Verónica Intile y Diego Cremonesi a la cabeza. Paréntesis carente de objetividad, tiene un papel muy pequeño Rodolfo Ranni, que en lo personal me arrancó una sonrisa. No por lo que pasa con él, sino porque Ranni es un emblema del cine argentino, un tipo con una carrera enorme que aún hoy sigue teniendo magia para regalar: así sea en un pequeño bolo siempre es un gusto verlo.
Con Al 3er día De la Vega vuelve a indagar en los vinculos de una madre con su hijo, como había hecho en Ataúd Blanco, y en este caso se supera con creces. El horror radica en el descubrimiento de lo que pasó en verdad, y el poder identificarte con el personaje de Cecilia desde el primer momento te hace transitar ese camino con el miedo a flor de piel.
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